El gobierno francés ha anunciado un impuesto aeroportuario que afectará a los aeropuertos más grandes del país, lo que previsiblemente aumentará los costes de viaje. La medida ha sido criticada por la industria de la aviación, que la considera perjudicial para los esfuerzos de descarbonización.

El gobierno francés ha anunciado una propuesta de impuesto aeroportuario que afectará a los aeropuertos más grandes del país. La medida, que está incluida en los planes presupuestarios del gobierno para 2024, supondrá un impuesto del 4,6% a los aeropuertos con ingresos operativos superiores a 120 millones de euros.

La medida afectará a los aeropuertos de París Charles de Gaulle y París Orly, los dos aeropuertos más grandes de Francia. Aéroports de Paris (ADP), el gestor aeroportuario de ambos aeropuertos, ha dicho que tiene la intención de transferir aproximadamente el 75% del impuesto a las aerolíneas mediante un aumento de las tarifas durante un período de dos a tres años.

La medida ha sido criticada por la industria de la aviación, que la considera perjudicial para los esfuerzos de descarbonización. La CEO de Air France, Anne Rigail, dijo que el impuesto “no es en absoluto una buena noticia” y corre el riesgo de “perjudicar a las aerolíneas francesas”, ya que varios de los rivales de bajo coste de la aerolínea operan desde aeropuertos regionales más pequeños.

El Consejo Internacional de Aeropuertos Europa (ACI Europe) también ha instado al gobierno francés a reconsiderar su plan, afirmando que el impuesto propuesto impediría los “ambiciosos planes de descarbonización” de los aeropuertos y afectaría “su posición competitiva y su conectividad”.

El impuesto propuesto es una medida más de las que el gobierno francés ha adoptado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector de la aviación. En 2021, el gobierno francés prohibió algunos vuelos nacionales, en beneficio de los trayectos en tren.

El impuesto aeroportuario propuesto por el gobierno francés es una medida controvertida que previsiblemente aumentará los costes de viaje. La industria de la aviación ha criticado la medida, que considera perjudicial para los esfuerzos de descarbonización.